El sonido-música-yoga



Los fundamentos teóricas del Nada yoga (yoga del sonido) se encuentran en algunos libros sagrados como el Sama Veda (escrito aproximadamente entre 800 y 500 a.C. anteriormente se transmitía en forma oral), cuyos cantos (en sánscrito antiguo) se utilizaban para elevar el espíritu. Se sostenía, ya en esa época, que el sonido, por sí solo, podía crear diferentes estados de conciencia.

La tradición yóguica e hindú pone especial énfasis en el recorrido y en el uso apropiado del sonido, ya que éste remueve bloqueos energéticos negativos transformándolos en positivos tanto en el cuerpo físico como en el psíquico y facilita la sanación, la creatividad y el aprendizaje sobre uno mismo.

Música y sonido han sido utilizados como técnicas terapéuticas para ayudar al desarrollo progresivo de la mente, a la distribución de la energía para favorecer la salud y alineación del cuerpo físico y sutil. Los sonidos armónicos actúan sobre las estructuras óseas y musculares y activan la circulación sanguínea, retrasando el envejecimiento de las células por el flujo continuo de oxígeno.

Para la filosofía hindú el sonido se iguala a la conciencia universal, al proceso de la creación, quien quiera acercarse a la música hindú se enfrentará con reflexiones filosóficas sobre la materia (sonido), el espacio (disposición de las notas musicales) y el tiempo (estructura rítmica).

El tratado de Sanghitranakada (Océano de perlas de la música) del año 1204 d.C. de Samgadeva es un compendio de alabanzas al sonido.

El yogui repite el OM (sonido universal o creador) y mantras; mantra significa "pensamiento que libera y protege", son sonidos o palabras que cuando se recitan o cantan tienen la capacidad de cambiar la conciencia de quien los emite.

Hay miles de mantras en la tradición hindú algunos unen al recitador con alguna deidad o forma de energía. Otros otorgan al emisor "Shiddhas" o poderes específicos. Los mantras se emplean para activar y energizar los chakras.

El 5º chakra (Vishudi chakra) que se ubica a la altura de la nuca en las vértebras cervicales C6 y C7 detrás de la garganta, es denominado centro laríngeo; desde allí se crea y controla el lenguaje y la escucha, es el puente que une nuestra forma de pensar y nuestro sentir. Es el punto de unión de los chakras inferiores con los superiores, es a través de él que expresamos nuestras experiencias, sentimientos e ideas y la comprensión y percepción de nuestro mundo interior, instintos y deseos, transmitiendo hacia el exterior el contenido de los demás chakras a través del sonido y la voz.

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