Iyengar Yoga

Iyegar Yoga

El Iyengar Yoga es una variación del Hatha Yoga que se introdujo en Occidente en la década de los 60. Es recomendable para quiénes desean mejorar su postura o sufren algún problema de salud específico. Básicamente el yoga Iyengar es un estilo de yoga creado por B.K.S. Iyengar que se enfoca en la alineación precisa de las posturas (asanas) y el uso de accesorios para obtener una práctica segura y efectiva. Implica una atención meticulosa a la alineación del cuerpo, el uso de props para adaptar las posturas según las necesidades individuales y un enfoque terapéutico para mejorar la salud física y mental.

¿Qué es el yoga Iyengar?

Para entender el yoga iyengar es vital conocer a su fundador, que le da nombre a este tipo de yoga. El maestro hindú B.K.S. Iyengar ha consagrado su vida al estudio del yoga y ha basado sus enseñanzas en la precisión de todas las posturas de yoga y en llegar a hacer asanas matemáticamente exactas.

Este enfoque de yoga se caracteriza por su énfasis en la alineación precisa de las posturas (asanas) y el uso de accesorios de yoga para ayudar a los practicantes a obtener la alineación correcta.

B.K.S. Iyengar desarrolló este estilo de yoga en el siglo XX, y se ha vuelto muy popular en todo el mundo. En el yoga Iyengar, se presta una atención meticulosa a los detalles y se utilizan props como bloques, cinturones, sillas y mantas para adaptar las posturas a las necesidades individuales de cada estudiante y facilitar su práctica.



El propósito en la alineación en el yoga Iyengar busca lograr una postura estable y segura, lo que ayuda a corregir problemas de postura y evita lesiones. Además, esta práctica también tiene beneficios terapéuticos, ya que puede ser adaptada para personas con lesiones o condiciones médicas específicas.

Las clases de yoga Iyengar suelen ser más estructuradas, con una secuencia detallada de posturas y una atención cuidadosa a la alineación y la respiración. Los profesores de yoga Iyengar deben pasar por una rigurosa formación para asegurar una enseñanza de alta calidad y un enfoque preciso en la alineación de las posturas.

Los que practican el yoga Iyengar van incorporando a sus posturas y a sus técnicas de relajación una gran cantidad de detalles técnicos, creando simetrías y posturas 100% precisas y alineadas.  La respiración (Prayanama) y las posturas de yoga también es el camino hacia la meditación en yoga, según su maestro fundador. Por eso, el yoga Iyengar también se conoce como meditación en movimiento.

¿Quién creo el yoga Iyengar?

El yoga Iyengar fue creado por el famoso maestro de yoga B.K.S. Iyengar. Nació el 14 de diciembre de 1918 en Bellur, India. Comenzó su práctica de yoga a una edad temprana y se convirtió en uno de los yoguis más influyentes y respetados del mundo.

A lo largo de su vida, B.K.S. Iyengar desarrolló y perfeccionó el enfoque de yoga que lleva su nombre, enfatizando la importancia de la alineación precisa en las posturas (asanas) y el uso de accesorios para facilitar la práctica para personas de todas las edades y niveles de condición física.

Beneficios de practicar yoga Iyengar

Practicar yoga Iyengar ofrece una amplia gama de beneficios para el bienestar físico, mental y emocional. Algunos de los principales beneficios incluyen:

  • Mejora de la alineación: El enfoque preciso en la alineación de las posturas ayuda a corregir problemas de postura y a prevenir lesiones, proporcionando una base sólida y segura para la práctica del yoga.
  • Fortalecimiento y flexibilidad: Las posturas específicas del yoga Iyengar trabajan en diferentes grupos musculares, lo que conduce a un aumento de la fuerza y la flexibilidad en todo el cuerpo.
  • Mayor conciencia corporal: A través de la atención detallada a las posturas y el uso de accesorios, los practicantes desarrollan una mayor conciencia corporal y aprenden a escuchar las necesidades de su propio cuerpo.
  • Reducción del estrés: se enfoca en la conexión entre la mente y el cuerpo, lo que promueve la relajación y reduce el estrés, mejorando la salud mental y emocional.
  • Mejora del equilibrio y la coordinación: La práctica regular de yoga Iyengar mejora el equilibrio y la coordinación, lo que puede ser beneficioso para personas de todas las edades.
  • Corrección de desequilibrios físicos: El enfoque terapéutico del yoga Iyengar permite adaptar las posturas según las necesidades individuales, lo que puede ayudar a corregir desequilibrios físicos y tratar condiciones específicas.
  • Incremento de la energía y vitalidad: A través de la práctica de asanas y pranayama (técnicas de respiración), los practicantes experimentan un aumento en la energía y la vitalidad.
  • Mejora de la concentración y enfoque: La precisión requerida en las posturas y la atención a la respiración ayudan a mejorar la concentración mental y la claridad.
  • Promoción del bienestar general: La práctica regular del yoga Iyengar contribuye al bienestar general al mejorar la salud física, emocional y mental de manera integral.

7 Posturas de yoga Iyengar para principiantes

Estas posturas son un buen punto de partida para los principiantes en yoga Iyengar, pero siempre es importante escuchar a tu cuerpo y modificar las posturas según tus propias necesidades y limitaciones. Recuerda que la práctica del yoga es un viaje personal, y lo más importante es disfrutar del proceso y los beneficios que aporta a tu bienestar físico y mental.

  1. Tadasana (Postura de la Montaña): Párate con los pies juntos, los brazos a los lados y los hombros relajados. Mantén la columna recta, el pecho abierto y el abdomen activo. Esta postura es la base para muchas otras asanas.
  2. Adho Mukha Svanasana (Postura del Perro Mirando hacia Abajo): Desde una posición de cuatro patas, eleva las caderas hacia arriba y forma una "V" invertida con el cuerpo. Estira los brazos y las piernas, mantén los talones hacia abajo y relaja la cabeza.
  3. Balasana (Postura del Niño): Siéntate sobre los talones y baja el torso hacia adelante, estirando los brazos hacia adelante o a lo largo del cuerpo. Descansa la frente en el suelo o en un bloque si es necesario.
  4. Virabhadrasana I (Postura del Guerrero I): esta postura es de pie, da un paso largo hacia adelante con una pierna y flexiona la rodilla a 90 grados, manteniendo el pie trasero firmemente en el suelo. Estira los brazos por encima de la cabeza y mira hacia adelante.
  5. Virabhadrasana II (Postura del Guerrero II): Desde el Guerrero I, abre los brazos en línea recta con los hombros, girando el pie trasero hacia afuera unos 90 grados. Flexiona la rodilla de la pierna delantera y mira hacia el brazo delantero.
  6. Uttanasana (Flexión hacia adelante de pie): Desde Tadasana, inhala y extiende los brazos por encima de la cabeza, luego exhala mientras te doblas hacia adelante desde las caderas. Mantén la espalda recta y estira los brazos hacia los pies o usa bloques si no llegas al suelo.
  7. Setu Bandha Sarvangasana (Puente): Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Eleva las caderas hacia arriba y entrelaza los dedos debajo del cuerpo para mantener los hombros y la parte superior de la espalda en el suelo.
  8. Savasana (Postura del Cadáver): Acuéstate boca arriba con las piernas y los brazos relajados a los lados del cuerpo. Permite que todo el cuerpo se relaje completamente y descansa en esta posición durante unos minutos al final de tu práctica.

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