Postura de yoga: El Pez o Matsyasana

Postura de yoga El Pez

La postura del pez es una de las Asanas básicas del yoga. La postura del pez es la asana suplementaria a la de la vela y el arado. Previene y corrige los hombros abombados y los cuellos desalineados. También estimula la glándula tiroide y el chakra de la garganta. La postura del pez requiere de flexibilidad, pues se trata de una flexión pero a la inversa.

Significado de Matsyasana

El pez es unade las posturas del yoga que honra a Matsya, la encarnación del dios hindú Vishnu. De ahí que también se denomina la postura de Matsyasana.

Matsyasana, también conocida como la "postura del pez", es una asana de yoga que recibe su nombre debido a la similitud con la forma de un pez nadando en el agua. Esta postura se enfoca principalmente en abrir y estirar el pecho y los hombros, y también brinda beneficios para la respiración y el alivio del estrés. A continuación, conoce el significado de Matsyasana:

"Matsya" significa "pez" en sánscrito, mientras que "asana" se traduce como "postura". Por lo tanto, Matsyasana se puede interpretar como la "postura del pez". La palabra "matsya" se asocia con el simbolismo del pez en la tradición y filosofía del yoga.



En la mitología hindú, se cuenta la historia de Matsya, la encarnación del dios Vishnu en forma de pez. Según la leyenda, Matsya salvó al rey Manu y a las siete sages (rishis) del diluvio universal, guiándolos hacia un lugar seguro. Por lo tanto, el pez se considera un símbolo de protección y salvación.

En la práctica de Matsyasana, al adoptar la postura que imita la forma de un pez, se busca abrir y expandir el pecho, similar a cómo un pez se mueve y flota en el agua. Esta postura es conocida por abrir el corazón, estirar los músculos del pecho y los hombros, y promover una respiración más profunda y consciente.

Además, se cree que Matsyasana puede desbloquear el chakra del corazón (Anahata) y promover sentimientos de amor, compasión y conexión emocional.

Beneficios de practicar la postura de Matsyasana

Entre los diferentes tipos de Yoga puedes prácticar esta asana que estira la espalda y abre el pecho.

La práctica regular de Matsyasana, la postura del pez, ofrece una serie de beneficios para el cuerpo, la mente y el bienestar general. Aquí tienes algunos de los principales beneficios de esta asana:

  1. Estiramiento del pecho y los hombros: Matsyasana abre y estira los músculos del pecho y los hombros, lo que ayuda a mejorar la postura y aliviar la tensión acumulada en esta área. Esto es especialmente beneficioso para las personas que pasan mucho tiempo sentadas o frente a dispositivos electrónicos.
  2. Fortalecimiento de los músculos de la espalda y el cuello: Al arquear la espalda y levantar el pecho, Matsyasana fortalece los músculos de la espalda y el cuello, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez en esta zona.
  3. Estimulación del sistema respiratorio: Al abrir el pecho y los pulmones, Matsyasana favorece una respiración más profunda y consciente. Esto ayuda a aumentar la capacidad pulmonar, mejorar la oxigenación del cuerpo y calmar la mente.
  4. Estiramiento de los músculos del abdomen y el cuello: Al inclinar la cabeza hacia atrás y levantar el pecho, Matsyasana también estira los músculos abdominales y del cuello, lo que puede aliviar la tensión acumulada en estas áreas y promover la flexibilidad.
  5. Estimulación de los órganos abdominales: La postura del pez comprime suavemente los órganos abdominales, lo que puede mejorar la digestión y el funcionamiento del sistema digestivo en general.
  6. Alivio del estrés y la fatiga: Al abrir el pecho y respirar profundamente, Matsyasana puede ayudar a aliviar el estrés, la ansiedad y la fatiga. Esta asana se considera energizante y rejuvenecedora.
  7. Estimulación del chakra del corazón: Matsyasana está asociada con el chakra del corazón (Anahata), que se relaciona con el amor, la compasión y la conexión emocional. La práctica regular de esta asana puede ayudar a desbloquear y equilibrar este chakra.

Cómo hacer la postura del pez en yoga

  1. Desde posición tumbada en el suelo, con las piernas extendidas, y con los brazos arqueados, tocanco las nalgas del culo con las palmas de las manos.
  2. Presiona los brazos contra el suelo intentando mantener los codos lo más cerca posible, mientras la parte superior de los brazos la elevas junto a los  hombros, y arqueas el pecho hacia arriba. La mirada hacia adelante en la línea del pecho arqueado, como si continuase su figura, hasta llegar a tocar la garganta. Separa la barbilla para estirar el cuello. Inclina la parte superior de la cabeza hacia atrás y apóyala ligeramente en el suelo separando los codos. La clave aquí es conseguir elevar el torso desde la parte inferior de la espalda y empujar hacia arriba con el esternón. Tú eliges la presión que quieres ejercer sobre la coronilla, que la tendrás apoyada en el suelo. Tener especial cuidado si se sufre de dolor de cuello.
  3. Por último, impulsa el esternón hacia arriba para incrementar el arco que se forma desde el púbis hasta la garganta. Para bajar los hombros une los omóplatos, mientras subes el pecho una vez más. Presiona la cara intena de las piernas, una contra la otra. Respira profundamente hacia adelante, y siente la apertura del pecho con esta postura corporal.

Variantes de la posición Matsyana

Matsyasana, la postura del pez, ofrece algunas variantes que puedes explorar en tu práctica de yoga. A continuación, te presento algunas de las variantes más comunes de Matsyasana:

  • Ardha Matsyendrasana (postura del pez medio torsionado): Esta variante combina Matsyasana con una torsión de la columna vertebral. Desde la posición de Matsyasana, lleva una mano al suelo detrás de ti y gira el torso hacia ese lado. Puedes mantener la otra mano en el muslo contrario para ayudar en la torsión. Esta variante beneficia la flexibilidad de la columna vertebral y estimula los órganos abdominales.
  • Uttana Matsyasana (postura del pez extendido): En esta variante, desde la posición básica de Matsyasana, extiende las piernas hacia adelante manteniendo los pies juntos y los dedos de los pies apuntando hacia arriba. Luego, coloca las manos en el suelo detrás de ti y levanta el pecho hacia el techo. Esta variante estira aún más el pecho y los hombros, y también involucra los músculos de las piernas y el abdomen.
  • Supta Matsyasana (postura del pez acostado): En esta variante, te acuestas boca arriba y colocas un bloque de yoga o una almohada debajo de tu espalda, a la altura de los omóplatos. Deja que tu cabeza y tu espalda se relajen sobre el soporte. Esta variante proporciona un estiramiento suave al pecho y los hombros, al mismo tiempo que permite una relajación profunda.

Errores a evitar en la postura del pez en yoga

Al practicar la postura del pez en yoga (Matsyasana), es importante tener en cuenta algunos errores comunes que debes evitar para realizarla de manera segura y efectiva. Aquí tienes algunos de los errores a evitar en la postura del pez:

  1. Forzar el cuello: Evita la tensión excesiva en el cuello al inclinar la cabeza hacia atrás. En lugar de eso, permite que el movimiento provenga de la parte superior de la columna vertebral y mantén el cuello relajado. Evita forzar el estiramiento del cuello y, si es necesario, modifica la posición para adaptarla a tus capacidades.
  2. Arquear demasiado la espalda baja: Evita arquear excesivamente la espalda baja en Matsyasana, ya que esto puede generar tensión innecesaria en esa área. En lugar de eso, enfócate en levantar el pecho y abrir el corazón, manteniendo la curva natural de tu columna vertebral y evitando una exagerada hiperextensión.
  3. Tener los hombros elevados: Evita encoger los hombros hacia las orejas durante la postura del pez. Mantén los hombros relajados y hacia abajo, creando espacio en la zona del cuello y los hombros.
  4. Bloquear las rodillas: Evita bloquear las rodillas y mantenerlas completamente rectas. Mantén una ligera flexión en las rodillas para evitar una tensión excesiva en las articulaciones y permitir un mejor equilibrio en la postura.
  5. Olvidar la respiración: No descuides la respiración durante la postura del pez. Asegúrate de respirar de manera suave y profunda, permitiendo que la respiración te acompañe y te ayude a relajarte en la postura.
  6. Compararte con los demás: Evita compararte con los demás o forzarte a realizar la postura exactamente como lo hacen los demás. Recuerda que cada cuerpo es único y tiene diferentes niveles de flexibilidad y capacidad. Escucha a tu propio cuerpo y haz ajustes según tus necesidades y límites.

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